Las cajas metálicas de galletas danesas siempre han sido una suerte de costureros, un elemento que servía para guardar bobinas de hilos, corchetes, cremalleras y un sin fin de elementos costureriles.
Desde pequeña viví con normalidad el momento "caja de la costura", mi abuela tenía un par, mi madre también y, hace unos años, descubrí que incluso mi suegra contaba con una. Así que, aunque solo fuera por continuar la tradición, tenía que hacerme con una caja de lata, pero claro, quería darle un toque diferente y decorarla acorde a mi estilo. Por ello, se me ocurrió este DIY que se hace en un plis y cuyo resultado final parece un botón gigante... Muy Punto de Lu, ¿no os parece?